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miércoles, 25 de mayo de 2011

UNA MIRADA EXTENSIONISTA A 90 AÑOS DE LA REFORMA UNIVERSITARIA


“La Extensión es una función mediante la cual la universidad se comunica
entre sus partes y abre sus puertas al medio que la rodea a través de
diversas actividades que, sin corresponder a sus tareas intrínsecas de
docencia e investigación, son complementarias y le permiten ampliar el
alcance de su labor de transformación y difusión.”
John Ridell, 1987.
Algunos apuntes históricos
Durante el año 1905 el Doctor Joaquín V. González, en ese entonces
Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación Argentina y bajo el
lema "Por la Ciencia y por la Patria", crea la Universidad Nacional de La
Plata con base científica, poniendo especial énfasis en la Investigación y la
Extensión Universitaria, al grado de incluir a esta última en su estatuto.
Al poco tiempo de su creación instruye a los funcionarios de la UNLP para
que abran las puertas del Colegio Nacional de La Plata los días sábados
para la realización de actividades de extensión destinadas a la comunidad
de esta ciudad. La mayoría de esos cursos consistían en talleres de
alfabetización para adultos y actividades culturales y artísticas.
En el año 1908 se realiza en Montevideo el Congreso Internacional de
Estudiantes Latinoamericanos, en una de las ponencias presentadas se
encuentra una referencia explícita a la Extensión Universitaria, en donde se
plantea: "promover y difundir la Educación del pueblo, buscando el
engrandecimiento nacional, por medio de la educación de todas las clases
sociales".(1)
En el año 1918 los alumnos que integran el Movimiento de la Reforma
Universitaria con base en la Universidad Nacional de Córdoba, reclaman por
el fortalecimiento de la función social de la Universidad, incorporando la
Extensión Universitaria y la Difusión Cultural, entre las actividades que
deben desarrollar normalmente las Universidades Latinoamericanas;
además, postulan hacer de ellas, centros de excelencia para el estudio
científico y objetivo de los grandes problemas nacionales.
”Vincular la Universidad al Pueblo" es uno de los principales postulados de
aquella reforma, que estaba inspirada en las tareas llamadas de extramuros
o Extensión Universitaria. Se basaba en que, mediante este tipo de tareas el estudiante tendría la oportunidad no sólo de familiarizarse con los
problemas de su medio y de entrar en contacto con su pueblo, sino también
la ocasión de devolver a este parte del beneficio que significaba pertenecer
a una minoría privilegiada, que tenía acceso a la Educación Superior.
De tal forma, se dio origen a una nueva función para la Universidad
Latinoamericana, la función Social; es decir, el propósito de poner al saber
universitario al servicio de la sociedad y de hacer de sus problemas tema
fundamental de sus preocupaciones. De las tareas de extensión realizadas
por estudiantes y profesores en las fábricas, talleres y sedes sindicales,
surgieron las llamadas Universidades Populares.
El primer encuentro de extensionistas latinoamericanos se realiza en el
año 1957 cuando la Unión de Universidades de América Latina convocó en
Santiago de Chile a la Primera Conferencia Latinoamericana de Extensión
Universitaria y Difusión Cultural. Y se tendrá que esperar hasta el año 1972
para la Segunda Conferencia Latinoamericana de Extensión. En esta surge
un nuevo concepto de la Extensión Universitaria, que se plasma cuando se
manifiesta que "Las Universidades son instituciones sociales que
corresponden a partes del cuerpo social y que la Extensión Universitaria es
una de sus funciones y que junto a la Docencia e Investigación, son
expresiones de una sola y gran tarea encomendada a las Universidades”.
Los antecedentes de mayor importancia en materia de trabajos de
Extensión Universitaria se ubican en los últimos años de la década del
sesenta y primeros de la década de los setenta del siglo pasado, cuando la
universidad encontraba en las actividades de extensión un canal ideal para
el contacto con los sectores más postergados de la sociedad. En su mayoría
estas actividades se desarrollaban en las áreas de la agronomía y
veterinaria como fiel reflejo del trabajo realizado por el INTA, Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria, verdadero precursor de las
actividades extensionistas relacionadas a la acción social y comunitaria a
comienzo de la década del sesenta. La oscura y terrible noche que cubrió
durante más de una decenio a los países de Latinoamérica en donde golpes
de estado impusieron dictaduras militares como forma de gobierno, se
encargaron de borrar las actividades de “extensión comunitarias” de los
espacios universitarios por considerarlas revolucionarias o aún subversivas.
Muchos de los asesinados o desaparecidos, relacionados al ámbito
universitario se dedicaban a tareas de extensión o investigación aplicada al
desarrollo social, económico y político de las comunidades y pueblos.
Por el contrario, cabe destacar que en materia de investigación “En los años
70 y 80 las instituciones de investigación y desarrollo tecnológico no se
vincularon con la comunidad ni con el medio en que estos trabajos se
desarrollaron” y que también en esas décadas “los principales esfuerzos se
impulsaban para lo tecnológico, por lo científico y tecnológico, la llamada
incubadora de empresas. Se alentaba -aún se sigue haciendo- al
investigador desde su propia empresa y se consideraba que el investigador
debía dejar el laboratorio para poner en marcha su empresa” (3).En materia de extensión, deberemos esperar a mediados de la década del
ochenta para encontrar los ámbitos de discusión sobre Extensión
Universitaria y hablamos de discusión y no de realización de trabajos de
extensión, porque aún era necesario reconstruir el tejido social destruido
por las dictaduras en toda Latinoamérica.
Cabe la aclaración que es necesario un tejido social o redes sociales para el
desarrollo de las actividades extensionistas, ya que la extensión no es
“Transferencia”, sino que se trata de “Construcción de Conocimiento con
Acuerdo Social”. Este intento de retomar la esencia de la extensión se ve
abortado en los años 90 con la implementación de políticas económicas
neoliberales en nuestro continente, más la desestimación de la educación
superior como un bien social.
Desde el retorno democrático en Argentina y en forma conjunta con la
normalización de las Universidades nacionales, se interpretó a la extensión
como “Extensión Cultural” y se le delegaron las actividades artísticas,
culturales e informativas como funciones casi exclusivas. Durante la década
del noventa, en pleno reinado del modelo neoliberal en el que su principal
referente económico y ministro del área Domingo Felipe Cavallo mandaba a
los investigadores a lavar los platos, la Extensión Universitaria era debatida
por los integrantes de la enseñanza de nivel superior sin encontrarle una
función clara ni especifica, mientras en el país y en el continente crecían los
números de pobreza e indigencia; mientras tanto, los trabajos con capital
intelectual y de valor para la parte de la sociedad más necesitada
realizados dentro de los muros universitarios dormían en archivos y
armarios en el mejor de los casos.
Es de destacar algunos espacios que resistieron la lógica del dejar hacer
para no hacer nada imperante en esa época como el caso del “Fórum de
Pró-Reitores de Extensão das Universidades Públicas Brasileiras”, que desde
su creación en 1987 mantiene un espacio de discusión abierta sobre
definiciones y compromisos sociales ligados a la Extensión Universitaria.(4)
A partir de las crisis económicas de fines de siglo XX en nuestra región, la
Extensión Universitaria vuelve a tomar un rol relevante para los sectores
más postergados de la sociedad.
En 1998, en, Costa Rica se realiza el Tercer Congreso Iberoamericano y del
Caribe sobre esta temática, organizado por el grupo de instituciones
universitarias que participaron previamente en los Congresos
Latinoamericanos y del Caribe de Extensión Universitaria, celebrados en
Cuba (1996), Argentina (1997). En el marco de estos trabajos se decide la
constitución de un comité organizador para el diseño, la creación y puesta
en marcha de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Extensión
que perdura hasta nuestros días.
Así, con la llegada del nuevo siglo y en conjunto con la crisis social, política
y económica que sufrió nuestra sociedad, el trabajo de los extensionistas
tomó una dimensión desconocida hasta ese momento en este país y
también para nuestras Universidades Nacionales y privadas.“Debemos intentar convencer a los investigadores, a los profesores, de que
sí hay necesidad de una universidad pública de investigación en el futuro
que la sociedad quiere construir”. Renato Dagnino, 2008
Que hay de real en lo que se denomina articulación…
En general se acepta a la universidad como una organización que crea y
transmite conocimiento mediante tres funciones básicas: la enseñanza
profesional centrada en el saber científico, humanístico y artístico, la
investigación académica, y la extensión universitaria. Las dos primeras
funciones son relativamente fáciles de describir porque refieren a prácticas
y relaciones sociales específicas e históricamente legitimadas desde la idea
de ciencia de la Modernidad. También es cierto que existen diversas formas
de enseñanza e investigación y distintos modelos de articulación entre
ambas funciones, así como variados niveles de incidencia con otros ámbitos
y contextos como pueden ser el Estado, la sociedad o el mercado. Distinta
es la condición de la Extensión Universitaria, ya que no existe aún consenso
sobre una definición clara que pueda contemplar siquiera en sus
características más generales la gama de propósitos, ámbitos, programas,
prácticas y acciones que se ejecutan bajo su denominación. En este
sentido, son múltiples las denominaciones que aproximan a describir
nuestro campo de intervención. Ellas se pueden listarse en cuanto a:
1.- Tareas de difusión o divulgación como, gestión de editoriales, radios,
canales de TV, documentales y medios digitales.
2.- Actividades de servicio social como el programa “Voluntariado
Universitario” y otros que involucra a docentes y estudiantes.
3.- Museos, bibliotecas y colecciones.
4.- Áreas de Proyectos y Programas.
5.- Direcciones de Arte y Cultura.
6.- Áreas de vinculación con los municipios
7.- Programas de capacitación y educación continúa.
8.- Administración de Cátedras Libres
9.- Áreas de recreación y deporte
10.-Incubadoras de Empresas o Gabinetes
11.-Programas de vinculación (con organizaciones sociales y otras
entidades públicas y privadas)
12.- Misiones de alfabetización, promoción de derechos y salud
13.- Servicios universitarios de clínicas, consultorías y gestión
Si bien estas son las áreas y actividades que se conocen y se pueden
identificar en nuestras instituciones académicas, cabe aclarar que algunas
universidades públicas, todavía carecen de una Secretaría de extensión y
las actividades correspondientes a la misma están distribuidas en distintos
niveles o instancias de gestión y en otros casos, se alcanzan formas de
coordinación más o menos funcionales al sistema.
Ante este panorama, una definición “resignada” de extensión buscaría
agrupar todas aquellas actividades de servicio que se realizan en la
universidad, y que no son ni docencia ni investigación propiamente dicho. Yde esta forma podríamos definir a la extensión como el amplio conjunto de
actividades que se denominan a sí mismas “actividades de extensión”. Pero
esta forma casi tautológica de definirla no contribuye al propósito de
discutir su sentido profundo y más acabado, así como sus dilemas y
oportunidades en el presente en que nos encontramos (5).
Para la Universidad Nacional del Nordeste se entiende a la Extensión
Universitaria como: “la presencia e interacción académica mediante la cual
la Universidad se nutre con los saberes e inquietudes de la comunidad; a su
vez, en el trabajo de dar respuesta a esas demandas sociales, se replantea
constantemente los fundamentos de su propia producción de conocimientos
de manera de aportar a la sociedad, en forma critica y creadora los
resultados de sus tareas de investigación y docencia”. (6)
Otra posible elección conceptual nos indicaría que Extensión Universitaria
es, en algunos casos, la respuesta a la pregunta ¿De qué manera se
relaciona la universidad con su entorno concreto, además de formar
profesionales y desarrollar investigación especializada? Así planteada, la
pregunta es interesante porque sitúa la discusión en dos planos. Uno
temporal, que tiene que ver con la historia propia de las universidades en
su contexto, y otro espacial, que se refiere a las circunstancias concretas
del ámbito institucional (7). El punto problemático es que en cada etapa de
su desarrollo la formas y estructuras de extensión recogen huellas del
pasado, al mismo tiempo que buscan actualizar su misión con base en una
lectura contemporánea, hasta coyuntural, de las prioridades que establece
el proyecto de turno, y es lo que esto sucede en la mayoría de de las
Universidades latinoamericanas. En este sentido, la profesora venezolana
Mirna Sánchez de Mantuana afirma que “tradicionalmente la Extensión
Universitaria se ha considerado como el mecanismo mediante el cual la
Universidad aporta a la sociedad los resultados y logros de su investigación
y docencia” y sostiene que hoy se debe interpretar a la extensión en un
sentido más amplio “involucrándola en los más diversos aspectos de
vinculación con la sociedad y el medio, no sólo transfiriendo, sino y
fundamentalmente, compartiendo, aprendiendo, aprehendiendo y
reflexionando sobre el conocimiento (8).
A diferencia de las formas y contenidos de la investigación y la docencia, no
existe, en el caso de la extensión, una institución externa a la universidad
(el campo de la ciencia y el campo de las profesiones) que determine un
conjunto discreto de estándares, competencias y perfiles accesibles
mediante prácticas y procesos intelectuales determinados o por lo menos la
mayoría de las casas de altos estudios no los definen. Por este motivo, los
Programas y Proyectos de extensión muchas veces se ubican en el plano
que corresponde a los acuerdos de las facultades o las universidades con el
estado o la sociedad, lo que los sitúa en un espacio político. En este
aspecto, las casas de altos estudios propenden a ejercer su autonomía que
les permiten promover y proyectar iniciativas de este tipo de relaciones.
En función de lo antes expuesto se puede observar que en la práctica
puede detectarse una relación de articulación concreta entre las funciones docencia e investigación que se da como lógica consecuencia de una
iteración de investigar sobre lo que se enseña y además es estimulada por
varios sistemas ministeriales y universitarios que legitiman un circuito
cerrado y de difícil aplicación en ámbitos extramuros del sistema. A
excepción de la transferencia que muchas veces se concreta en una
relación universidad-mercado la investigación y la docencia poseen una
aceitada vinculación en la producción de saberes y de intervención y
enriquecimiento mutuo.
En muy pocos casos se completa el triángulo de la articulación docenciainvestigación-extensión, lo que permitiría hacer docencia e investigar para
aplicar resultados en el medio y de esta manera comprobar en qué nivel de
saberes y actualización se encuentran las cátedras, como también, y de ser
necesario, reformular las currículas de las mismas o replantearse lo
investigado si fuera necesario. De esta manera la extensión funcionaria
como testeo y aporte de innovación de lo actuado en docencia e
investigación. En algunos casos se encuentra la base del trabajo académico
como una conjunción de docencia-extensión-investigación que en sus
comienzos no aparecen como instancias separadas entre sí, sino como
distintos aspectos de una misma práctica político-pedagógica. Sin embargo,
a medida que se avanza en estos procesos los límites se tornan difusos y la
idea de articulación como retroalimentación se complejiza, lo que nos lleva
a la consideración de otros elementos que ayudan a dimensionar la
perspectiva y las prácticas puestas en juego en estas experiencias (9)



Docencia                 Extensión
          
            Investigación


Este circuito se completa en algunos casos, pero no es la generalidad de las
cátedras las que realizan estas tres actividades, hasta se puede arriesgar a
decir que es difícil encontrar dentro del sistema docentes que cumplan con
las tres funciones.
En definitiva, la construcción de un nuevo discurso que no sólo se acerque
a definir la Extensión Universitaria y que contribuya a la anhelada
articulación demandará prácticas comprometidas que trasciendan los límites cotidianos en la construcción de nuevos espacios de innovación. Por
lo tanto, debemos pensar en una nueva forma de relacionar la extensión
con la docencia y la investigación, donde la extensión no aparezca como la
etapa final de la producción de conocimiento, como sucede en la mayoría
de los casos, sino que sea práctica que articula saberes con la enseñanza y
la investigación.
“Las fronteras de la Universidad son las fronteras del Estado”, es decir que
la universidad debe servir al pueblo (del estado) de manera relevante.
La Merrill Act. (1862) Wisconsin

domingo, 6 de marzo de 2011

Segundo año del Boletín de Extensión del Mercosur

Continuamos produciendo por segundo año el boletín informativo del Comité Académico de Extensión del la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo, la unión de universidades más importante de Mercosur.
Este espacio informativo es el más completo en la especialidad del cono sur .

http://www.grupomontevideo.edu.uy/docs/Comites_Academicos/Extension_Universitaria/boletn%20n%208.pdf

sábado, 1 de enero de 2011

TIEMPO DE BALANCE


Una vez roto el desafío de la hoja en blanco, puedo comenzar a desplegar en forma ordenada este cúmulo de ideas que siempre a fin de año me empiezan a dar vuelta por la cabeza.
El haber comenzado el año de viajes en Mar del Plata allá por marzo y terminarlo en diciembre en el mismo lugar no es casualidad, es causalidad; la causa de encarar trabajos en conjuntos con compañeros que entienden de una forma similar el hacer universidad.
Recorrida de Secretarios de Extensión del Cpres  Bonaerense
por diferentes proyectos en desarrollo de la UNLP

Las Jornadas Bonaerenses de Extensión realizadas en marzo en Mar del Plata abrieron un año de viajes vinculados con las actividades de extensión, que fueron desde charlas y evaluaciones hasta visitas a extensionistas en acción y talleres  que me permiten arribar a las siguientes afirmaciones.
El agrupar las tareas de extensión en seis áreas fue una de las mejores decisiones del conjunto del Cpres bonaerense de extensión, esto permitió que los extensionistas que están trabajando en temáticas similares se puedan conocer e intercambiar experiencias, es el caso de docentes de Mar del Plata y La Plata que trabajan en Economía Social y ya planearon un primer encuentro o aquellos que trabajan la temática d adultos mayores o talleres en situación de encierro.
Talleres de extensión en el CIC de Berisso

Es fácil de comprobar como se repiten las temáticas que se abordan en las distintas universidades nacionales y de la región.
Una decisión sencilla y práctica que marca el camino a imitar en las otras regiones,  cunado hablo de imitar me refiero a los habituales encuentros de los extensionistas bonaerenses.
Este oficio de extensionista viajero me llevo desde Santa Cruz a Salta y de Mar del Plata a Mendoza  en nuestro país, y a la primera reunión del Comité Académico de Extensión de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo, en esta misma ciudad, con la participación de referentes de la extensión universitaria de Uruguay, Chile, Brasil y Argentina.

 Dos proyectos de similares características que se desarrollan en las universidades de Mar del Plata y La Plata, ambos esta destinados a brindar colaboración a pequeños productores horticolas
UNLP
UNMdP

Esta experiencia extraordinaria me insta  a sacar conclusiones y realizar un análisis del estado de situación de la función.
La visita al PIM (programa integral metropolitano) de la Universidad de la República es lo que me permite aseverar que las necesidades son similares en toda la región, ya que los tres proyectos que presentaron en la Facultad de Psicología de esta universidad se correspondían con proyectos de nuestras universidades, como por ejemplo: atención primaria de la salud, violencia escolar o talleres integrales de arte.
Volviendo al análisis en primer lugar salta a la vista la falta de una  Metodología propia de la extensión ya que la que se aplica, en la mayoría de las actividades, es la que aplican los investigadores  lo que desvirtúa las acciones llevándolas al campo de la indagación.
Talleres de capacitación en la UAdER en conjunto con la SPU


 En segunda instancia la sistematización de los proyectos en desarrollos avanzados y concluidos, trabajo que muestre más allá de la cantidad de participantes y de acciones realizadas.
Estos dos elementos mencionados en el párrafo anterior  deben ser tenidos en cuenta por las diferentes casas de altos estudios para organizar la función y  organizar  sus líneas de trabajo.
La metodología a aplicar en los proyectos   o programas están muy vinculadas a la investigación, es así que observamos que la primera actividad de un plan es la de realizar una encuesta sobre el estado de situación o un sondeo del espacio en donde se llevara a cabo el proyecto, tareas claras de la función investigación en la que muchos docentes invierten la mitad del tiempo y dinero asignado al mismo.
Sistematizar los resultados de los proyectos permitiría a los extensionistas contar con un banco de datos y un mapeo de las actividades desarrolladas de una riqueza invalorable y dota al sistema de una credibilidad y potencial inédito hasta el momento.
Lo expuesto anteriormente no es la panacea de la extensión ni lo único a modificar, pero es uno de los puntos en común de todos los sistemas a mi entender.
El carácter interdisciplinario de los proyectos es común denominador en la mayoría de las convocatorias  pero en  un numero importante de  casos se confunde con multidisciplina, es decir la suma de profesionales de distintas disciplinas, en el mejor de los casos, o alumnos creyendo que de esta forma se cumple con el requisito cunado en realidad se pide de que el trabajo sea interdisciplinario por su carácter de participación interrelacionada, planificada, dialógica y constructora de saberes y conocimientos.
Podría continuar enunciando muchos de los trabajos que se deben realizar con el fin de mejorar los proyectos, tarea pendiente en este verano para completar en este blog, pero con lo marcado tenemos material para comenzar una tarea necesaria y hasta me animaría a decir urgente.
Este paso que significa el reacomodamiento de las convocatoria y la capacitación de los extensionistas en indispensable si pensamos en la curricularidad de la extensión en el sistema.
Segundas Jornadas Patagónicas de Extensión agosto de 2010

La crítica surge de la necesidad de organizar aquello que nació hace una década como forma de paliar la crisis o salir a hacerle frente desde la comunidad universitaria y que hoy se transformo en la tercera función convocando a docentes, alumnos, graduados y trabajadores de la universidad
Como ya lo expresara más de una vez desde este sitio es el momento y están dadas las condiciones para llevarlo adelante, solo es cuestión de ponerse a trabajar sobre políticas reales que jerarquicen a la extensión.

lunes, 22 de noviembre de 2010

En qué estado se encuentra la extensión en la actualidad


Recién terminado el cuarto congreso nacional de extensión universitaria y las IX Jornadas Nacionales de Extensión Universitaria, que organizara la Universidad Nacional de Cuyo, es el momento ideal para realizar un análisis sobre por dónde están pasando las discusiones de esta función.
Tenemos tres categorías, al menos, en las que podemos dividir este balance para poder entender mejor cuales son las líneas de trabajo a profundizar con vistas a la jerarquización de  la misma.
La primera de las categorías a abordar es la que se refiere a los responsables institucionales de las áreas de extensión en las universidades nacionales, miembros de la Rexuni (red nacional de extensión universitaria) y en que están pensado cuando piensan la extensión.
La participación de los estudiantes en las actividades que relacionan a la universidad con la sociedad es otro de los puntos a desarrollar. Y el tercero es el de la producción de material/capital intelectual  de los docentes.

 

Quiénes  piensan la extensión


Como ocurre en los últimos tres años las jornadas nacionales de extensión, son el punto de encuentro de los miembros de la Rexuni, aunque cabe aclarar que desde el año 2006 previo a la constitución de esta red ya se celebraban reuniones de secretarios de universidades nacionales con el fin de intercambiar ideas y promover la jerarquización.
En el periodo descripto anteriormente se trabajó en la creación de un banco de evaluadores y en tratar de gestionar un renglón dentro del presupuesto para la extensión. En esta última reunión los integrantes del Cpres Bonaerense de Extensión, es así como se decidió regionalizar la red, propusimos la creación de un Centro o Instituto de estudios en extensión universitaria, pensando que de esta manera se podría capitalizar todo lo producido y convocar a los especialistas en la materia para sistematizar y difundir esta capital.
Otra  de las propuestas que surgió de este grupo es  la de capacitar a los docentes del sistema nacional universitario en formulación y ejecución de proyectos y programas de extensión, De la misma forma que se viene desarrollando en este Cpres.
Estas son las líneas de discusión a las que debemos sumarle la curricularidad de la extensión en todas las universidades nacionales y que todas dispongan de convocatorias propias a proyectos y programas.

Los Estudiantes dónde están?


No es la primera vez, aunque debería ser la última, en que miles de estudiantes de la universidades organizadoras de estos eventos pasan por las puertas de las aulas o por donde se realizan las conferencias preguntándose que se esta pasando en la facu o en la uni.


 Atónitos muchos asisten a largas colas de acreditaciones o ven que en el buffet o en el comedor universitario algo que no es rutinario esta pasando, los más avezados se preguntaran si esto tiene que ver con los  carteles que están apareciendo hace una semana anunciando un congreso o una jornada de extensión universitaria, por lo que aquel que conozca de que se trata la función podrá sociabilizarla con sus compañeros de cursada. 
En honor a la verdad debo confesar   que no es una problemática local, ya que asistí en Montevideo a una jornada de extensión en la Facultad de  Psicología de la UdlaR   y la experiencia fue similar y me cuentan los colegas brasileros que les sucede lo mismo.
Hace unas semanas desde este mismo Blogg escribíamos sobre la participación de los estudiantes en las actividades de extensión.
Lo cierto es que después de un año en el que recorrí 10 (diez) universidades de las 40 (cuarenta) existentes hasta ese momento y 20 (veinte) en los últimos  4 (cuatro) años, algo así como el 50% del sistema relevado, se puede llegar a la conclusión que los grandes ausentes son los estudiantes.
La responsabilidad de la falta de participación de los alumnos en este tipo de actividades es compartida entre las autoridades universitarias con responsabilidad de gestión, los docentes que no los convocan y los consejeros superiores que no tienen como  tema de agenda la relación Universidad-Sociedad por medio de la extensión.
Cómo es esto, en esta recorrida que describo, durante este año tuve la oportunidad de charlar con jóvenes estudiantes de las universidades de Salta, Patagonia Austral, UNNOBA, Mar del Plata, UniCen, La Matanza, UNLP y  Cuyo los que coinciden en la falta de debate sobre la extensión en las aulas y  la poca convocatoria por parte de los docentes dentro de las cátedras.

Los Docentes


Teniendo en cuenta un promedio de tres docentes por trabajo presentado más una cantidad similar en la presentación de posters, estaríamos hablando de una cantidad de 2000 docentes participantes en producción de material o capital intelectual. Qué pasa si pensamos esa cifra en relación a la cantidad de proyectos acreditados en todos los sistemas de proyectos y a esto le sumamos las convocatorias de la SPU

Recuerdos de los festejos del bicentenario en la UNLP


Fiesta de cierre de las 200 acciones solidarias por los 200años del bicentenario
Jornada de la Cátedra OPS de la Facultad de Odontología  

Recorrida de los secretarios de extensión del Cpres bonaerense por las instalaciones del Centro de Extensión Comunitaria N°3
Vista aérea de la feria del libro universitario que formo parte de los festejos
La alegría estuvo presente en todas las jornadas
Día en que la plaza San Martín se vistió de blanco con los alumnos de Odontología 

                                           Visita al Programa de Extensión Consultorios Jurídicos

jueves, 21 de octubre de 2010

Cambiar por medio de la razón

Al comenzar a escribir estas líneas me parecía difícil poder  vincular  la satisfacción por las 200 doscientas acciones solidarias por los doscientos años con el asesinato del joven de 23 años en medio de un enfrentamiento de “fracciones sindicales” como le gusta denominar a  los medios  de comunicación masiva o grupos que pelean por el poder con las armas que les enseñaron, que es lo que yo creo.
Jorge Orlando CastroPRESENCIA. El rostro de Mariano, reproducido en las pancartas de los manifestantes. (DyN)
 Hoy  21 de octubre a esta hora, las 19, tendríamos que estar reunidos en la puerta del rectorado mirando el video de las 200 acciones y compartiendo una tardecita de alegría con los que  participaron como protagonistas, los que menos tienen y por los que supuestamente todos los políticos se preocupan dejando su vida en pos de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la republica.
 Estas líneas no tratan de desmerecer y desprestigiar la política y los políticos, seria muy hipócrita hacerlo  y no reconocer que hago política desde los 20 años con la idea de transformar este sistema y hace más de 10 que vivo de la política.
 De lo que se trata es de llamar  las cosas por su nombre.
 Es entonces cuando se hace fácil entender  que se trata de lo mismo de siempre, la lucha por el poder sin importar cuales son los costos.
 Es tan difícil entender que más educación y más solidaridad es igual a más seguridad y más justicia.
 Ciento de líneas en los diarios y miles de segundos en radio y televisión son utilizados para implicar o deslindar a Duhalde o para especular que influencia tendrá esto  en  las próximas elecciones presidenciales.
 En contra punto a esto nada  saldrá en los medios  de los cientos de chicos, jóvenes y adultos mayores que tuvieron su primer acercamiento a la universidad, nada saldrá sobre la reunión de los rectores, que reunidos en Ensenada, firman un documento sobre la necesidad de trabajar con la educación como motor de desarrollo del país de cara al centenario de la reforma.
  Tal ves dentro de un par de años en algún diario  o en alguna radio un periodista  haga referencia a Mariano Ferreyra hablando sobre otro caso que se mantiene impune , me atrevo a asegurar que ninguno hará referencia a las 200 acciones por los 200 años.
 El trabajo cotidiano, dentro de la política, por  cambiar este estado de situación es el desafió de los que apostamos a la educación por sobre todo.






   

martes, 5 de octubre de 2010